Aunque Ovidio te dé
más documentos
para reírte, Cloe, no
te rías,
que de pez y de boj
en tus encías
tiemblan tus huesos
flojos y sangrientos;
y a pocos de esos
soplos tan violentos
que con la demasiada
risa envías,
las dejarás desiertas
y vacías,
escupiendo sus
últimos fragmentos.
Huye, pues, de
teatros, y a congojas
de los lamentos
trágicos te inclina,
entre huérfanas
madres lastimadas.
Mas paréceme, Cloe,
que te enojas;
mi celo es pío; si
esto te amohína,
ríete hasta que
escupas las quijadas.
Bartolomé
Leonardo de Argensola, Rimas, 56
Este soneto, intitulado «A una vieja
sin dientes», es de Bartolomé Leonardo de Argensola y puede ser interpretado
como una sátira meramente burlesca. En el poema se describe a una mujer llamada
Cloe, anciana que ha perdido los dientes, y de alguna manera le “aconseja” que
deje de reír por mucho que Ovidio, con referencia a la obra de este[1],
le dé documentos, ya que sus encías causan mal efecto a la vista y al olfato.
El autor intenta demostrar que las encías de Cloe son de lo más desagradables
mediante la descripción; es directo y no se anda con rodeos sino que más bien
dice todo aquello que piensa sobre el tema de sus dientes, como por ejemplo
respecto al olor a pescado o los soplos llenos de saliva que emana la mujer
cuando ésta se ríe.
Por otro lado, la voz
poética o el autor aconsejan a la anciana no acudir a lugares públicos, como es
por ejemplo, el teatro ya que allí podría reír y “amargar” la obra a los que la
rodean[2].
Pero aún así, en la última estrofa, el autor niega tener algún tipo de
preocupación por cómo pueda quedar esta mujer frente a los demás; y si sus
palabras la preocupan o molestan no tiene por qué hacerle caso y, si ella lo
desea, puede seguir riendo y enseñando sus temblorosas y malolientes encías.
El soneto se compone de catorce versos
endecasílabos compuestos a su vez por dos cuartetos expositivos y dos tercetos
concluyentes. El esquema métrico es: ABBA ABBA CDC CDC.
Rahela G. Drimus (1º de BACH)
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